sábado, 7 de julio de 2012

¿Quén fue el primero?



Alguna vez  no se han preguntado en saber quién fue el primero que pensó en ponerse zapatos? Aprendamos juntos cómo nació esta convencional e indispensable prenda de vestir.
Te has imaginado que alguna vez, hace muchos, muchos años, a nadie se le ocurría calzarse para salir a la calle. Pues aunque no lo puedas creer, esto sucedió así.
Como ya he mencionado sucedió en el año 10.000 a.c. cuando a algunos grupos de seres humanos se les ocurrió revestir sus pies con cueros  y pieles resistentes, para evitar maltratarse y para protegerse del frío.  
Podríamos decir entonces que fue desde los inicios de la humanidad cuando el hombre tuvo la necesidad de  proteger su cuerpo y sus pies.  En la actualidad, en la producción masiva de calzado, se utiliza  el caucho en lugar de cuero, piel o gamuza, aunque también se utiliza el corcho, materiales plásticos y otros.
Poco a poco, y después de que a los primeros grupos humanos se les ocurrió cubrirse con pieles, estas prendas fueron mejor pensadas y fue por eso que empezaron a evolucionar, para brindar cada vez más y mejor comodidad a quien las usara.
Así, según el gusto y las necesidades de cada usuario el estilo de estas prendas empezó a cambiar.  En Mesopotamia, por ejemplo,  eran comunes los zapatos de cuero crudo, amarrado a los pies por tiras el mismo material. Estos eran símbolos de una alta posición social.
Los griegos, un poco más atrevidos, llegaron a alcanzar modelos que contaban con un zapato especial para cada uno de los pies.
Tiempo después, en las tierras áridas y cálidas surgió la idea de zapatos descubiertos que les permitieran a los habitantes de estas regiones desplazarse con facilidad y comodidad por estos terrenos. Fue entonces cuando aparecieron las primeras sandalias en cuero y adorno con oro, halladas  en los vestigios del faraón tutancamón.
Intentando dar respuesta a la comodidad de los usuarios, que cada vez era más exigente, aparecieron las babuchas, también conocidas como pantuflas. Estas no fueron más que los incipientes zapatos, adaptados por los Moros en el siglo XII, para que además de dar comodidad pudieran ser una potente herramienta contra el frío.  
Pero, además de la comodidad surgió la necesidad de aportar otros beneficios como la buena apariencia. 


Fue entonces cuando surgió el tacón que apareció a finales del siglo XVI y empezó a mutar el zapato y adquirir desde entonces formas novedosas e inesperadas que hoy en día conocemos.

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